viernes, 20 de agosto de 2010





N.A.R. – Trans-N.A.R.-encia

Performance en la inauguración de “Poeticas/Políticas del si mismo, Galería del teatro municipal de Maipú 26 de Noviembre del 2009.

Resultados exhibidos del 26 de Noviembre del 2009 al 11 de Diciembre del 2009.

“Trans-N.A.R.-encia”, es, a pesar de ser la práctica temporalmente mas reciente, lo mas formal de N.A.R. en cuanto a los modos de confección y presentación en el arte contemporáneo, además de ser parte de una gestión (N200) que involucra a 200 artistas chilenos emergentes en el año 2009 con el motivo del bicentenario del País que nos aloja. Sin embargo es a nivel discursivo que N.A.R. enuncia, evidencia e ironiza problemas de orden político o incluso biopolítico ya antes ligeramente mencionados en “In the court”, la distribución del “capital cultural”, los efectos de la organización de la educación artística –queriendo, en realidad decir, la pésima distribución y aplicación de la educación generalizada en Chile, el país que nos da rut, (y que dicho sea de paso N.A.R. logra evadir)- realizando encuestas en espacios públicos con preguntas sobre un manejo básico de conocimientos sobre arte y el nivel representativo de las obras de arte en una colectividad e individualidad, encuestas que luego fueron debidamente expuestas, sin dejar de mencionar que algunas fueron registradas en sonido editadas y emitidas durante la exposición.

Por otra parte, N.A.R. Juega al populismo espantoso, ofreciendo al espectador un plato de porotos gratis por el simple hecho de visitar la muestra, ridiculizando los dispositivos de control “del voto” (no tan solo) y convencimiento vía necesidad, de los candidatos presidenciales de las elecciones 2009-2010.

Dicha acción, como no, posee burlescos antecedentes, complementarios a la performance señalada, donde N.A.R. parodia imágenes propagandísticas parlamentarias y presidenciales sacadas a la luz pública antes de la fecha señalada como legal.



Trans-N.A.R.-encia manosea ridículamente protocolos normativos de comportamiento socio-artístico, banalizando, hiperpopularizando el elixir de honor pertinente a la inauguración de la exhibición de un trabajo plástico, promoviendo una dosis igualitaria de porotos con riendas de honor, productivizando así, el hambre espectadora por el resultado estético, en este caso experiencial.